
Ginecología 2.1
La Ginecología 2.1 es la ginecología que surge de la revolución de la ginecología actual. Esta nueva ginecología es una ginecología pensada en la CALIDAD ASISTENCIA, EN LA CALIDAD DE VIDA DE UNA MUJER QUE DEMANDA, QUE NO ES MAYOR PASADOS LOS 50. La Ginecología de hoy es una ginecología de mínimas cicatrices, de recuperación a su vida laboral y personal lo antes posible Es una ginecología que se basa en el cuidado de una mujer que pasara la mitad de su vida en Menopausia, lo que le hará bajar autoestima, problemas de obesidad, osteoporosis, incontinencias, prolapsos, etc. Nuestro objetivo es ver de forma integral a nuestra paciente y ser capaces de devolverle la calidad de vida que ella tenía antes. Para ello es fundamental identificar los factores de riesgo y tener las herramientas suficientes para solucionar las patologías o anticiparnos a las patologías que vendrán La THS (Terapia Hormonal Sustitutiva), es algo que está demostrado que en mujeres bien seleccionadas y vigiladas es SEGURA. Detectar patología pélvica y ser capaces de abordarla por Laparoscopia, haciendo que su ritmo no disminuya. Hacer cribados de mama y detectarlos en fases precoces para poder hacer cirugía conservadora y hacer técnicas Oncoplásticas. Evaluar el suelo pélvico y ser capaces de darle respuesta a la sequedad de vaginal, a la incontinencia urinaria, etc., mediante Laser, Embella, vaginal trainer, siempre en un entorno agradable. Vigilar su peso, que llegada la menopausia se dispara y les baja la autoestima, unido más al déficit de hormonas que hacen que su vida de pareja se vea mermada. La Ginecología 2.1, es todo aquello que haga que la mujer MANTENGA su CALIDAD DE VIDA. Para ello el Ginecólogo debe estar preparado para estos nuevos retos.

El síndrome de Relajación Vaginal o Laxitud Vaginal
En la vida de la mujer, a lo largo de las diferentes etapas, la anatomía íntima sufre numerosos cambios. Los partos, la menopausia, o el transcurso de los años también se ven reflejados en la vagina y suelo pélvico.
Tras el embarazo y en el parto por la distensión de la vagina, se puede producir cierta laxitud vaginal que, en función del grado de la misma, puede ser mínima o máxima y es cuando hablamos de hiperlaxitud vaginal.
La Laxitud vaginal o síndrome de relajación vaginal es una patología que se caracteriza por la alteración de la forma de la vagina y la atrofia de la mucosa vaginal.
Se trata de un trastorno frecuente que se caracteriza por la pérdida de tono, elasticidad y firmeza de las paredes de la vagina. Los músculos pierden el tono, se relajan, pierden fuerza y tanto el diámetro interno como externo de la vagina aumenta. Además las paredes dela vagina también se vuelven más delgadas. Todo ello puede causar desde incontinencia urinaria leve (algunas gotas al toser, estornudar o correr) hasta pérdida de calidad de vida sexual, puesto que al ceder el tejido vaginal disminuye el placer tanto para la mujer como para su pareja.
Muchos casos, casi la mayoría, de laxitud vaginal se producen como consecuencia de los embarazos y partos, pero también la obesidad puede ser un factor importante para que se produzca esta patología.
En el caso de la menopausia, la sequedad y la atrofia también varían considerablemente la mucosa vaginal produciendo una disminución de la elasticidad de la vagina lo que provoca, en numerosos casos, que las relaciones sexuales sean dolorosas. Además, el debilitamiento progresivo del suelo pélvico es causa de incontinencia urinaria.
Tratamiento de la relajación o laxitud vaginal
A pesar de tratarse de una patología frecuente, aún hoy en día muchas mujeres no comentan con su médico este tipo de problema, bien porque creen que es consecuencia natural de los partos o la edad, bien por vergüenza, o por desconocimiento de que existen diferentes soluciones, en función del caso.
En función de la patología y del caso concreto, el médico optará bien por el estrechamiento quirúrgico del canal vaginal, bien por el láser.
El tratamiento con el láser de CO2 provoca el calentamiento del tejido que tiene como efecto una retracción del mismo, el colágeno de los tejidos se estimula y se produce una contracción de las fibras y el tejido. La energía láser afecta a la mucosa y submucosa con un control preciso.
Este es un procedimiento sencillo que permite una recuperación estética y funcional de los tejidos, produce un engrosamiento de la de las paredes de la vagina y les devuelve la firmeza, tono y elasticidad mejorando notablemente las relaciones sexuales y las incontinencias urinarias leves.
Este procedimiento tiene diferentes ventajas frente a la cirugía convencional:
- Sin incisiones
- Sin sututas
- Procedimiento ambulatorio, sin ingreso de la paciente.
- Rápida recuperación.
El número de sesiones lo determinará el médico que valore a la paciente, aunque normalmente se recomiendan de dos a tres sesiones, en función del caso.

Todo lo que necesitas saber sobre la ovulación y el embarazo
¿Qué significa la ovulación? ¿Cuándo vas a ovular? ¿Y qué tiene que ver con el embarazo? Si eres nueva en esto de intentar quedarte embarazada, o si sólo intentas comprender un poco mejor el sistema reproductivo femenino, es posible que tengas preguntas básicas como éstas.
Tal vez aún no le hayas preguntado a tu médico, pero es lo que te recomendamos en primer lugar. Desde aquí vamos a darte información porque cuanta más información tengas, mejor preparada estarás para todo el proceso de embarazo.
¿Qué es exactamente la ovulación?
La ovulación es lo que sucede cuando un óvulo se libera de los ovarios. Durante cada ciclo menstrual, las hormonas reproductivas trabajan en conjunto para estimular los ovarios. Algunos óvulos inmaduros, también conocidos como ovocitos, comienzan a crecer y a responder a esas hormonas.
Aunque varios ovocitos empiezan a desarrollarse al principio del ciclo, normalmente sólo se libera un óvulo. Mientras los ovarios se preparan para liberar un óvulo, el revestimiento del útero (endometrio) se está preparando para recibir un óvulo fertilizado, o embrión.
Se podría suponer que los óvulos del ovario se desarrollan desde la primera etapa hasta la ovulación en un mes, pero eso no es cierto. Los ovocitos se desarrollan durante varios meses. Pasan por varias etapas hasta que están listos para ovular o dejan de crecer y permanecen inactivos.
La mayoría de los óvulos de los ovarios de una mujer nunca maduran para la ovulación. Cuando una mujer comienza la pubertad, los ovarios albergan aproximadamente 300.000 óvulos. A pesar de este aparente almacén de óvulos, una mujer sólo ovula alrededor de 300 óvulos durante su vida.
También existe la idea errónea de que los ovarios se turnan para ovular cada dos meses. Sin embargo, lo cierto es que la ovulación ocurre en el lado que tenga los óvulos más maduros del mes. En algunas mujeres, un ovario puede ovular con mucha más frecuencia que el otro.
¿Cuándo ovularé?
La ovulación suele ocurrir entre el día 11 y el día 21 del ciclo menstrual. Cada mujer ovula en su propio horario. Es probable que hayas oído que la ovulación se produce en el día 14 de tu ciclo, pero eso no es necesariamente cierto.
Por lo general, cuando una mujer dice que está ovulando, se refiere al período especialmente fértil de dos o tres días que precede a la ovulación. Si suponemos que la ovulación ocurre en algún momento entre el día 11 y el día 21, este período especialmente fértil puede ocurrir tan pronto como el día 9 del ciclo menstrual y tan tarde como el día 22.
¡Eso es un rango muy amplio! Por eso la mayoría de las mujeres que quieren concebir registran la ovulación y los signos de fertilidad de alguna forma.
¿Cómo sé que estoy ovulando?
La mayoría de las mujeres experimentan diversos signos y síntomas antes de ovular. Algunos síntomas pueden aparecer varios días antes de la ovulación, mientras que otros no aparecen hasta el día anterior o el día de la ovulación.
Otra opción es utilizar kits de prueba de ovulación. Estas pruebas funcionan de manera muy parecida a las pruebas de embarazo, ya que se utiliza la orina para determinar si una hormona en particular está presente.
Cuando el resultado de un test de ovulación es positivo, significa que te estás acercando a la ovulación y deberías tener relaciones sexuales. La forma más precisa de determinar la ovulación es a través de una ecografía transvaginal con un ginecólogo o en una clínica de fertilidad.
Signos antes de la ovulación
- Aumento del deseo sexual
- Aumento del moco cervical
- Ablandamiento y apertura del cuello del útero
- Dolor de ovulación (generalmente no es doloroso, algunas mujeres reportan un calambre o un dolor agudo en el costado)
Signos después de la ovulación
- Disminución del deseo sexual
- Disminución del moco cervical
- Aumento de la temperatura basal del cuerpo
- Sensibilidad en los senos (varios días después de la ovulación, puede confundirse con un signo temprano de embarazo)
Ovulación y embarazo
La concepción requiere al menos un óvulo y un espermatozoide. El semen puede vivir hasta cinco días en el tracto reproductivo femenino. Así que si una pareja tiene relaciones sexuales el lunes, aún habrá espermatozoides vivos y viables colgando en las trompas de Falopio de la mujer el jueves.
El óvulo humano, sin embargo, vive sólo 24 horas. Debe ser fertilizado dentro de las primeras 12 horas de la ovulación. Por eso es necesario tener relaciones sexuales antes de ovular.
Si deseas quedarte embarazada, las relaciones sexuales antes de la ovulación asegurarán que haya espermatozoides esperando para recibir al óvulo ovulado. No es necesario tener relaciones sexuales en el momento mismo de la ovulación.
¿Cuándo se considera que estás embarazada?
Cuando un espermatozoide fertiliza el óvulo, se produce la concepción. Pero técnicamente no estás embarazada en este momento. El óvulo debe implantarse para que el embarazo comience.
Para que se considere embarazada, el óvulo fertilizado debe implantarse en el endometrio. Esto sucede de 7 a 10 días después de la fertilización.
Una mujer que se somete a una FIV no se considera embarazada después de la transferencia de embriones. Aunque el embrión haya sido transferido al útero, no está “embarazada” a menos que el embrión se implante en el endometrio.
¿Con qué frecuencia debes tener relaciones sexuales?
Aunque saber cuándo estás ovulando puede ayudarte a programar las relaciones sexuales para tus días más fértiles, no es obligatorio. Si tiene relaciones sexuales tres o cuatro veces por semana, es inevitable que las mantengas durante el período de ovulación. Lo ideal es tener relaciones sexuales un día sí y otro no durante la ventana fértil para que el esperma tenga tiempo de regenerarse y madurar.
¿Qué pasa si no estoy ovulando?
Si no experimentas ningún síntoma de ovulación en ningún momento del ciclo o si tienes períodos irregulares, es posible que no estés ovulando todos los meses. La anovulación se produce cuando una mujer no ovula. Es una causa común de infertilidad. Otros posibles síntomas de la anovulación son períodos extremadamente cortos o largos o la ausencia total de la menstruación.
El consejo del Instituto Materno Infantil
Si quieres quedarte embarazada, debes tener relaciones sexuales en los días previos a la ovulación. Hay varias formas de detectar y rastrear la ovulación, pero no es necesario que te estreses por ello. Si tienes relaciones sexuales tres o cuatro veces por semana, es inevitable que lo hagas en uno de tus días fértiles.
Si no tienes períodos regulares, es posible que no estés ovulando. Esto puede ser un posible signo de infertilidad. Aunque normalmente se les dice a las parejas que intenten concebir por su cuenta durante al menos seis meses o un año, si tienes síntomas de un problema, ese plazo no se aplica.
Si este es tu caso, ¡pide cita con nuestros expertos lo antes posible! Un diagnóstico temprano puede mejorar sus probabilidades de éxito en el tratamiento.

¿Cómo puedo aumentar mis posibilidades de quedarme embarazada?
Es más probable que te quedes embarazada si tanto tú como tu pareja gozáis de buena salud. Esto significa que si realizas algunos cambios en tu estilo de vida, puedes mejorar tus posibilidades de quedar embarazada y de tener un embarazo saludable.
Para que te hagas una idea, más del 80% de las parejas de la población general conciben en el plazo de un año si no utilizan anticonceptivos y mantienen relaciones sexuales con regularidad.
E incluso de entre aquellos que no conciben en el primer año, cerca de la mitad lo hará en el segundo año. Ahora bien, ¿cómo puedes aumentar tus posibilidades de quedar embarazada?
Peso saludable
El exceso o la escasez de grasa corporal puede hacer que tengas períodos irregulares o que éstos cesen por completo, lo que puede afectar a tu capacidad de concebir.
Según los estudios realizados al respecto, tu peso es saludable si tu índice de masa corporal (IMC) está entre 20 y 25. De modo que las mujeres cuyo IMC es superior a 30 o inferior a 19 pueden tener problemas para concebir.
Si el IMC de tu pareja es superior a 30, es probable que su fertilidad sea inferior a la normal.
El alcohol y el tabaco
Las Autoridades Sanitarias recomiendan que si estás embarazada, o planeas estarlo, el enfoque más seguro es no beber alcohol para reducir al mínimo los riesgos para el bebé.
Tu pareja no debe beber más de 14 unidades de alcohol a la semana, que deben repartirse uniformemente durante 3 días o más. Beber alcohol en exceso puede afectar la calidad de su esperma.
Fumar, incluyendo el tabaquismo pasivo, puede reducir la fertilidad en las mujeres.
También hay un vínculo entre el fumar y el esperma de menor calidad, aunque el efecto sobre la fertilidad masculina no es seguro. Pero dejar de fumar sin duda mejorará la salud general de tu pareja.
No hay pruebas claras de que exista una relación entre la cafeína, que se encuentra en bebidas como el café, el té y los refrescos de cola, y los problemas de fertilidad.
El mejor momento para quedar embarazada
Es más probable que te quedes embarazada si tienes relaciones sexuales dentro del día siguiente a la ovulación, cuando los ovarios están liberando un óvulo. Esto suele suceder aproximadamente 14 días después del primer día de tu último período.
Un óvulo vive entre 12 y 24 horas después de su liberación. Para quedar embarazada, un espermatozoide debe fertilizar el óvulo dentro de este tiempo. Los espermatozoides pueden vivir hasta 7 días dentro de tu cuerpo.
Para tener la mejor oportunidad de éxito, debes tener relaciones sexuales cada 2 o 3 días durante el mes. No es necesario que coincida con los días en que se ovula.
Complicaciones y obtención de ayuda
En el Instituto Materno Infantil podemos ayudarte a quedar embarazada. Si has estado intentando tener un bebé durante más de un año sin éxito, pide cita para que nuestros expertos puedan ayudarte lo antes posible. ¡Te esperamos!

Contracciones de Braxton Hicks: qué son, causas y tratamiento
Las contracciones de Braxton Hicks se sienten como un verdadero parto, pero son normalmente menos dolorosas. Se les conoce comúnmente como “parto falso” y son contracciones del útero que se producen predominantemente en el tercer trimestre del embarazo.
A diferencia del parto verdadero, las contracciones de Braxton Hicks son impredecibles, no se producen a intervalos regulares y no se intensifican con el tiempo, aunque sí se ha demostrado que la deshidratación y la actividad física pueden desencadenar las contracciones de Braxton Hicks.
¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?
Las contracciones de Braxton Hicks son contracciones del útero que ocurren durante el tercer trimestre del embarazo. Son perfectamente normales, ya que representan las contracciones que ocurren cuando el útero se está preparando para dar a luz. En algunas mujeres, se producen ya en el segundo trimestre.
A diferencia de las contracciones del verdadero parto, las contracciones de Braxton Hicks no se producen a intervalos regulares, no se hacen más fuertes y no duran más con el tiempo. No se producen a intervalos predecibles, y pueden desaparecer por completo para volver un rato después. Tienden a ser más frecuentes hacia el final del embarazo.
Las contracciones de Braxton Hicks deben su nombre a un médico inglés, John Braxton Hicks, que las describió por primera vez en 1872.
¿Qué causa las contracciones de Braxton Hicks?
Hay algunos eventos que pueden a veces desencadenar las contracciones de Braxton Hicks, por ejemplo:
- Aumento de la actividad de la madre o del bebé
- Tocar el abdomen materno
- Deshidratación
- Relaciones sexuales
- Vejiga materna distendida
¿Cómo se sienten las contracciones de Braxton Hicks?
Las contracciones de Braxton Hicks no suelen ser tan dolorosas como las de un verdadero parto. Algunas mujeres las describen como una sensación de tensión en la parte baja del abdomen. Pueden sentirse similares a los calambres menstruales en algunas mujeres.
¿Qué remedios caseros ayudan a aliviar las molestias y el dolor de las contracciones de Braxton Hicks?
Si las contracciones de Braxton Hicks son incómodas, puedes tomar estas medidas:
- Cambia de posición, sal a caminar o descansa si has estado activa.
- Bebe un vaso de agua o una taza de té de hierbas.
- Realiza ejercicios de relajación, respiración profunda o relajación mental.
- Come algo.
¿Cuándo debo llamar a mi médico acerca de las contracciones de Braxton Hicks?
Pide cita en el Instituto Materno Infantil si no has llegado a las 37 semanas y las contracciones son cada vez más frecuentes, son más dolorosas o tienes alguno de los signos de un parto prematuro:
- Aumento del flujo vaginal, sangrado vaginal o manchado.
- Aumento del dolor de espalda baja o de la presión pélvica.
- Más de cuatro contracciones por hora.
- Calambres similares a los menstruales o dolor abdominal.
Si este es tu caso, llámanos al 965 24 85 58 y pide tu cita para que nuestros profesionales puedan atenderte lo antes posible. ¡Te esperamos!

Diferencias entre el primer y el segundo embarazo
A pesar de que eres una veterana, en tu segundo embarazo también tendrás algunas sorpresas, tanto físicas como mentales. Y por supuesto, tendrás que ayudar a preparar a tus otros hijos para la llegada del nuevo bebé.
Hoy en el Instituto Materno Infantil, nuestros expertos te explican cuáles son las diferencias entre el primer y el segundo embarazo, empezando por las físicas. ¡Vamos allá!
Diferencias físicas
Físicamente, verás que experimentas muchas de las sensaciones de tirones y expansión aproximadamente un mes antes que en tu primer embarazo. Esto se debe a que es menos probable que el útero ceda, ya que se ha estirado antes, pero también porque eres más consciente de lo que sientes.
Aunque esto suene como una desventaja, hay beneficios añadidos, como el reconocimiento de los movimientos fetales de su bebé un mes antes también.
Tu atención prenatal será similar a la que recibes en el primer embarazo, porque cada embarazo es único y requiere el mismo nivel de atención. Esto significa que deberás acudir a tus revisiones prenatales con la misma frecuencia que en el embarazo anterior.
Se te harán los mismos exámenes básicos que se te hicieron en su primer embarazo. Si tuviste alguna complicación en tu primer embarazo, es posible que sea necesario aumentar el control en el segundo embarazo. Por ejemplo, si desarrollaste diabetes gestacional durante el primer embarazo, es posible que se te practique un control mayor o más temprano en el segundo embarazo.
Cómo saber si estás en riesgo de padecer diabetes gestacional
El hecho de que ya hayas tenido un hijo hace que sea más probable que experimentes contracciones de Braxton-Hicks más frecuentes y posiblemente más dolorosas, especialmente hacia el final del embarazo.
Si bien estos cambios pueden parecer decepcionantes, ten en cuenta que tu cuerpo sabe lo que está haciendo.
Diferencias emocionales y mentales
Con tu primer embarazo, probablemente gastaste mucha energía mental y emocional en la preparación para el nacimiento de tu primer hijo. Ahora que tienes otros hijos que cuidar, puedes sentirse un poco distante emocionalmente de este embarazo.
Esta es una reacción normal y no es de ninguna manera una indicación de que amarás menos a este bebé. Tu pareja probablemente también estará menos “encima” en este embarazo.
Las madres suelen preocuparse de que haya suficiente amor por el segundo niño, pero recuerda que este bebé es un niño diferente y tendrá talentos y características únicas y propias. Tu amor es infinito, es un suministro interminable de emociones.
Así que tómate tu tiempo. Puede que tengas que darte algo de tiempo para enamorarte de tu recién nacido, pero eso es común incluso con los primeros bebés.
Pensamientos sobre un segundo parto y nacimiento
Es un chiste común que las madres primerizas se preocupan por el nacimiento porque no saben qué esperar, pero que las madres veteranas se preocupan porque sí saben qué esperar.
La ansiedad por el próximo nacimiento puede ser muy normal. A pesar de que lo hayas hecho antes, es normal cuestionarse cómo será esta vez. Eso puede incluir tratar de evitar algunas de las cosas que sucedieron antes o asegurarte de que sea muy parecido al primero.
Una cosa que puede ayudar a reducir cualquier preocupación sobre el próximo parto, y aumentar la participación y el apego emocional a tu futuro hijo, es asistir a una nueva serie de clases de parto.
Muchas madres veteranas suelen estar preocupadas por el segundo parto y el nacimiento debido a su pasada experiencia con el primero. Pero debido a que un parto nunca tiene un curso predecible, tampoco tiene mucho sentido que te preocupes más de la cuenta. Esto también te da la oportunidad de pasar tiempo con tu pareja y concentrarte en este embarazo.
Así que disfruta de este embarazo e intenta “dormir cuando el bebé duerme”. ¡Incluso aunque el “bebé” tenga 3 o 4 años de edad!
Confía en el IMI para tu segundo embarazo
En el Instituto Materno Infantil podemos ayudarte a lo largo de todo el proceso de embarazo, desde que apenas comienza hasta que por fin das a luz, con garantías. ¡Contacta con nosotros y te lo contamos todo!

Síntomas de que se aproxima el parto: todo lo que debes saber
Muchos de los primeros signos del parto son ambiguos y se pueden malinterpretar fácilmente. ¿Son esos calambres contracciones reales o el resultado de esa grasienta pizza que comiste anoche? ¿Es ese pequeño goteo de líquido la señal de que estás rompiendo aguas o sólo una pérdida de orina porque un bebé de dos kilos está descansando sobre tu vejiga?
En el parto, como en la maternidad misma, nunca puedes estar segura de nada al cien por cien. Por eso, hoy en el Instituto Materno Infantil, nuestros expertos se han propuesto ayudarte a saber cuándo estás realmente de parto.
Señales de que el parto se producirá en los próximos días
Justo cuando crees que tu barriga no puede crecer más y que nunca saldrás del sofá sin una grúa, puedes experimentar algunos síntomas que te hacen saber que el parto está cerca. Ten en cuenta que estos síntomas no ocurren en ningún orden en particular, y que varios pueden ocurrir en el mismo día o con unos pocos días de diferencia.
- Aumento del flujo vaginal, posiblemente de color marrón claro o rosado.
- Sensación de que el bebé cae más abajo en tu cavidad pélvica. El peso del bebé ya no presiona el diafragma y, como resultado, es posible que puedas respirar con mayor libertad.
- Contracciones de Braxton Hicks o contracciones de “práctica”, que se sienten como un endurecimiento del útero con posibles calambres leves.
- Ligera pérdida de peso.
- Dolor sordo en la parte baja de la espalda que aparece y desaparece.
- Deposiciones sueltas y frecuentes con calambres.
- Sensación de presión o calambres en el área pélvica/rectal.
- Sensación de inquietud o aumento de energía, o una marcada sensación de fatiga.
- Ablandamiento, adelgazamiento o dilatación del cuello del útero.
4 Signos de que vas a dar a luz
Probablemente has tenido pesadillas sobre esa señal de parto que ocurre de repente en el ascensor de la oficina o en el cine. Pero sólo una pequeña minoría de mujeres, según se afirma en Parents.com, informan de que su saco de líquido amniótico se rompió antes de que empezaran a tener contracciones regulares.
E incluso si se rompe, es probable que sientas una pequeña fuga, no un gran chorro, porque la cabeza del bebé suele impedir que salga demasiado líquido.
Cuando el saco se ha roto, generalmente significa que el parto está a la vuelta de la esquina. El ochenta por ciento de las mujeres entran en trabajo de parto espontáneamente dentro de las 12 horas siguientes a la ruptura de la bolsa. Y las que no lo hacen es probable que se les induzca a ello porque el riesgo de infección aumenta una vez que el saco amniótico se ha roto.
¿Has notado un desprendimiento de mucosa?
Durante el embarazo, el cuello del útero permanece cerrado y tapado con moco. Es la forma en que la naturaleza protege a tu bebé de las infecciones. Pero a medida que avanza hacia el parto, el cuello del útero comienza a dilatarse y a ablandarse en preparación para el parto, haciendo que lo que se acumula allí se desprenda.
La mucosidad, que puede llegar a ser de hasta una cucharadita, se disipa. Esta secreción mucosa puede tener un aspecto marrón – de sangre vieja – o rosado a medida que el cuello uterino continúa adelgazándose y abriéndose, lo que hace que se rompan pequeños vasos sanguíneos a lo largo de la superficie del cuello uterino y se tiña el moco.
¿Tienes contracciones fuertes y regulares?
Cuando comienza el verdadero parto, las contracciones comienzan como calambres leves e irregulares que se vuelven regulares y más dolorosos con el tiempo. Por lo general, no puedes sentir que tu bebé se mueve durante el calambre o la contracción.
¿Te duele mucho la espalda?
A muchas mujeres embarazadas la espalda les duele desde hace meses antes del parto. Pero cuando el dolor se vuelve extremadamente fuerte, puede ser una señal de que estás experimentando un “parto de espalda”, lo cual le sucede a casi un tercio de las mujeres.
Normalmente, un bebé desciende por el canal de parto con su cara presionada contra la columna vertebral de la madre. Pero en algunos casos, el bebé desciende con su cráneo golpeando la columna de la madre.
¿El resultado? Un dolor constante que puede irradiarse al abdomen pero que se concentra principalmente en la espalda. En cualquier caso, tanto si experimentas un verdadero parto de espalda como si no, un gran dolor de espalda es una señal segura de que estás lista para dar a luz.
¿Cuándo debo ir al hospital para el parto?
Las primeras fases de un parto suelen ser un proceso largo. Los primeros dolores se conocen como prodrómicos, latentes o de parto temprano. Esta fase puede durar uno o dos días, o puede comenzar y luego detenerse.
Cronometra tus contracciones desde el comienzo de una contracción hasta el comienzo de la siguiente (no hasta el final). Cuando las contracciones sean regulares y fuertes, y se produzcan cada cuatro o cinco minutos durante una o dos horas, deberás llamar a tu médico (se considera que una contracción es fuerte si no puedes hablar mientras la tienes). Sólo un examen vaginal puede indicar si el cuello del útero se ha abierto aproximadamente 4 centímetros. Si este es el caso, ¡enhorabuena! Estás oficialmente de parto.
Por último, debes saber que cualquier mujer embarazada que experimente alguna de las siguientes condiciones también debe ponerse en contacto con su médico sin demora:
- Rotura de aguas
- Sangrado vaginal abundante
- No hay movimiento del bebé
- Hinchazón de la cara y las manos
- Visión borrosa
- Dolores de cabeza severos
- Mareos
- Dolor intenso de estómago/abdominal
- Aumento repentino de peso (más de cinco kilos en una semana)
Confía en el Instituto Materno Infantil para dar a luz con garantías
En el Instituto Materno Infantil, cuyo equipo encabezado por el prestigioso Dr. Fraile ha ayudado a miles de mujeres a dar a luz con éxito incluso en las más complejas circunstancias, podemos realizar el seguimiento de tu embarazo y encargarnos de todos los trabajos asociados a tu parto.
Contacta con nosotros y descubre cómo podemos ayudarte a ti y a tu bebé.

Dormir durante el embarazo: posiciones, problemas y consejos
Dormir durante el embarazo puede ser difícil, sobre todo el el último trimestre. Por eso hoy en el Instituto Materno Infantil queremos indicarte cuáles son las mejores posiciones para dormir durante el embarazo, así como otros consejos que te permitirán conseguir ese descanso que tanto deseas.
Entre las carreras hacia el baño a medianoche, los calambres en las piernas, la acidez estomacal y un metabolismo acelerado que hace subir el termostato interno, el sueño puede ser un desafío durante el embarazo.
Dicho esto, dormir lo suficiente ahora es más importante que nunca. Así que vamos a intentar ayudarte con eso. ¡Vamos allá!
¿Por qué es tan importante el sueño durante el embarazo?
El sueño es el momento en que tu cuerpo se repone y se repara a sí mismo. Es cuando el cerebro crea recuerdos, convirtiéndose en un aliado en la batalla contra el cerebro del bebé. Es la forma en que los vasos sanguíneos se restauran a sí mismos, lo cual es especialmente importante ahora que están bajo una mayor presión debido al flujo sanguíneo adicional necesario para mantener a tu pequeño.
Además, el sueño también mantiene sano tu sistema inmunológico, que está suprimido para apoyar el embarazo, y controla la forma en que tu cuerpo reacciona a la insulina. Si no se recibe la cantidad suficiente, el nivel de azúcar en sangre es más elevado, lo que aumenta el riesgo de padecer diabetes gestacional.
Así que, aunque todo parezca interponerse en tu camino, es prioritario reservar al menos siete horas por noche para dormir.
¿Cuáles son las mejores posiciones para dormir cuando estás embarazada?
La mejor posición para dormir cuando está embarazada es el lado izquierdo, aunque el derecho también es perfectamente aceptable. Esta posición es ideal para tu circulación, ya que te permite optimizar el oxígeno y los nutrientes que llegan a tu bebé, así como la función renal, reduciendo la hinchazón. Pasado el primer trimestre, se hace imposible acostarse boca abajo por razones obvias.
También debes evitar acostarte de espaldas toda la noche. El peso del útero en crecimiento presiona la vena cava, la arteria que lleva la sangre desde la parte inferior del cuerpo hasta el corazón, lo que altera la circulación y puede provocar mareos. El útero también pesa sobre los intestinos y la espalda, lo que empeora los síntomas comunes del embarazo como los dolores de espalda y las hemorroides.
Consejos para dormir bien durante el embarazo
Estas recomendaciones que te ofrecemos a continuación probablemente te ayuden a conciliar mejor el sueño, además de a descansar mejor mientras duermes.
- Aliméntate con prudencia. Un vientre súper lleno puede impedir el sueño, así que cena temprano. Por otro lado, tener hambre puede tener el mismo efecto de disminución del sueño, así que come algo ligero antes de ir a la cama si tu barriga está rugiendo.
- Evita los postres azucarados y la cafeína después de mediodía. Ambos pueden ponerte nerviosa.
- Empieza con una rutina relajante a la hora de acostarte. La lectura ligera, la música relajante o un baño pueden ayudar.
- Evita los aparatos electrónicos. Evita la tablet, el ordenador y, sí, incluso el teléfono, por lo menos una hora antes de acostarte, ya que la luz que estos aparatos producen, altera la somnolencia y suprime los niveles de la hormona melatonina que induce el sueño.
- Ponte cómoda. Además de usar almohadas para apoyarte, asegúrate de que la temperatura de tu habitación sea cómoda y de que estás a oscuras. Si tu habitación se siente congestionada y el clima lo permite, abre una ventana.
- Medita. La respiración profunda y otros ejercicios de meditación, ya sean autodidactas, a través de una clase de yoga o una aplicación para dormir, calmarán tu sistema nervioso central y te prepararán para dormir.
- Huele un aroma relajante. La aromaterapia puede ayudar a aliviar los síntomas del embarazo. La lavanda puede ayudarte a dormir más rápido, así que prueba con una almohada o una bolsita perfumada.
- No te estreses por perder el sueño. Preocuparse por no dormir a menudo tiene el desafortunado efecto de lograr que duermas aún menos.
Un último recurso
Si nada de esto parece funcionar, te invitamos a pedir cita para que los expertos del Instituto Materno Infantil puedan ayudarte a conseguir ese descanso que tanto necesitas. ¡Te esperamos!

Todo lo que debes saber sobre el coronavirus si estás embarazada
Controlar la ansiedad durante el embarazo es una de las recomendaciones más importantes para tener un embarazo saludable, pero es difícil cuando las noticias están actualmente inundadas de informes sobre el nuevo coronavirus y el COVID-19, la enfermedad que causa. El virus, que se originó en Wuhan, China, en enero, se ha extendido rápidamente por todo el mundo.
En este contexto, es natural tener preguntas sobre el coronavirus y qué puede implicar para tu embarazo, de modo que hoy en el Instituto Materno Infantil, te explicamos todo lo que necesitas saber al respecto.
¿Qué es el coronavirus?
En realidad hay siete tipos diferentes de coronavirus que se sabe que infectan a los seres humanos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Muchos son leves y causan simples resfriados, pero algunas formas del virus, específicamente el MERS-CoV y el SARS-CoV, pueden causar enfermedades graves.
La forma de coronavirus que está captando los titulares es el 2019-nCoV. El 30 de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el coronavirus como una emergencia sanitaria mundial. Conocida oficialmente como “Emergencia de Salud Pública de Interés Internacional”, este término se utiliza para describir “un acontecimiento extraordinario” que constituye un riesgo para la salud pública de múltiples países y que puede requerir una respuesta internacional coordinada, según la OMS. El 11 de marzo, la OMS dijo que el COVID-19 es oficialmente una pandemia mundial.
¿Cómo se propaga el coronavirus y cuáles son los síntomas?
Los coronavirus se propagan típicamente de una persona infectada a otras personas a través de gotas respiratorias que llegan al aire al toser o estornudar, según indican las autoridades sanitarias. El contacto cercano con una persona infectada, como darse la mano, o tocar una superficie que ha sido contaminada con el virus y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos antes de lavarse las manos, también puede propagar el virus.
Acorde a los informes, las personas que han tenido casos confirmados de coronavirus han experimentado, entre otros, los siguientes síntomas:
- Fiebre
- Tos
- Falta de aliento
Los síntomas pueden aparecer en cualquier momento entre dos y 14 días después de que una persona haya estado expuesta, y han variado desde causar una enfermedad leve hasta casos graves.
¿Cómo pueden prepararse las mujeres embarazadas para el coronavirus?
Si estás embarazada, puede que te preguntes si hay algo que puedas hacer para prepararte para un posible brote en tu zona.
Incluso si no hay casos confirmados de COVID-19 en tu área, los expertos afirman que es importante asumir que el coronavirus sigue circulando por tu ciudad. Las pruebas son escasas, puede llevar días obtener los resultados de las mismas y las investigaciones han sugerido que las personas pueden propagar el virus incluso antes de que tengan síntomas. Básicamente, la gente de tu ciudad podría estar infectada y no saberlo todavía.
Por ello, la mejor recomendación que podemos ofrecerte desde el Instituto Materno Infantil es que hagas todo lo posible para quedarte en casa y limitar tus interacciones con otras personas fuera de la familia inmediata. Por otro lado, no hará daño abastecerse de algunos artículos esenciales, como medicamentos, productos enlatados y alimentos congelados acorde a las prescripciones de tu ginecólogo de confianza.
¿Cómo podría el coronavirus afectar a tu plan de nacimiento?
A medida que el virus ha continúa propagándose por España, muchos hospitales y Clínicas Ginecológicas han adoptado medidas para mantener a las madres y a los bebés seguros. Cada hospital es diferente, pero en el Instituto Materno Infantil, estas son las medidas que hemos decidido tomar a fin de garantizar la seguridad de nuestras pacientes:
- Hemos ampliado el horario de atención de consultas para que cualquiera de nuestras madres y pacientes pueda contactar con nosotros incluso aunque sea sábado o domingo.
- Hemos procedido a retrasar o relocalizar las consultas al horario más conveniente para nuestros profesionales y pacientes, dependiendo de su urgencia.
- Nuestros profesionales llevan mascarillas y guantes en todo momento y recomendamos a nuestras pacientes que hagan lo mismo cuando vengan a consulta.
- Hemos recomendado a nuestras pacientes acudir con puntualidad a la hora establecida, con el objetivo de evitar concentraciones en las salas de espera.
- Hacemos lo posible por indicar a nuestros pacientes que deben respetar el mantenimiento de una distancia mínima entre otros pacientes y profesionales sanitarios.
- Ofrecemos, a través de nuestras Redes Sociales, toda una serie de consejos y recomendaciones para tratar de evitar el contagio mientras atravesamos esta situación de especial dificultad.
¿Deberían las mujeres embarazadas preocuparse por los gérmenes en el hospital?
Sin duda, algunas mujeres embarazadas pueden preocuparse por estar expuestas al coronavirus en el hospital o en las citas con su médico.
Sin embargo, los expertos subrayan que sigue siendo muy importante que las pacientes embarazadas reciban atención prenatal durante este tiempo. Siempre y cuando desde el propio centro se hayan adoptado unas medidas de seguridad acordes a esta situación y se sigan las recomendaciones que su equipo de profesionales y las autoridades os ofrezcan, no debéis tener miedo a sufrir un contagio en el interior de sus instalaciones.
En el caso concreto de nuestra Clínica Ginecológica en Alicante, estamos haciendo todo lo posible por conseguir que vuestra salud y la de vuestro bebé no se vean afectadas de ninguna manera por el brote de coronavirus que estamos experimentando. Como siempre, y ahora con mayor motivo, estamos aquí para ayudarte con lo que pudieras necesitar.

Embarazo y deporte: todo lo que necesitas saber para hacer deporte durante el embarazo
Hacer deporte durante el embarazo puede ayudarte a mejorar tu salud, reducir el riesgo de aumentar excesivamente de peso y mitigar tu dolor de espalda, además de facilitar el parto. Y por si esto fuera poco, hacer deporte mientras estás embarazada puede dar al recién nacido un comienzo más saludable.
Por eso, el objetivo de nuestros expertos hoy en este artículo es explicarte cómo combinar embarazo y deporte de forma que tanto tú como tu bebé podáis disfrutar de sus beneficios.
Eso sí, antes de nada, te recomendamos acudir al Instituto Materno Infantil para que una pequeña revisión nos permita asegurarnos de que los ejercicios que por norma general se recomienda hacer durante el embarazo no te afecten negativamente de ninguna forma. Dicho esto, ¿qué ventajas te ofrece practicar deporte durante el embarazo?
Algunos datos rápidos sobre hacer deporte durante el embarazo
A continuación y antes de describir sus ventajas, te ofrecemos una pequeña lista de datos importantes que deberías conocer sobre hacer ejercicio durante el embarazo. ¿Preparada?
- Hacer ejercicio durante el embarazo puede reducir el riesgo de aumentar demasiado de peso, mitigar tus problemas de espalda, preparar los músculos para el parto y puede darle al bebé un comienzo más saludable en la vida.
- Si aún no practicas deporte y estás embarazada, deberías comenzar cuanto antes, pero no olvides hacer una pequeña revisión antes de empezar.
- El ejercicio es importante, pero debe ser de bajo impacto, y es importante saber cuándo parar.
- La natación, caminar, el yoga y la bicicleta estática son buenas maneras de ponerse en forma durante el embarazo.
Beneficios de practicar deporte durante el embarazo
Durante el embarazo, el ejercicio tendrá el objetivo de:
- Aumentar la frecuencia cardíaca de manera constante y mejorar la circulación
- Mantener el cuerpo fuerte y flexible
- Apoyar y controlar el aumento de peso de forma saludable
- Preparar los músculos para el parto
El ejercicio durante el embarazo puede ayudar a:
- Acortar el proceso del parto
- Aumentar las posibilidades de parir sin necesidad de medicación
- Disminuir el dolor que experimentarás durante el parto
- Acelerar la recuperación de tu organismo después del parto
- Reducir el riesgo de sufrir diabetes gestacional e hipertensión
- Disminuir la probabilidad de que ocurran un parto y un nacimiento prematuros
¿Hacer ejercicio durante el embarazo es bueno para el bebé?
Las investigaciones al respecto han demostrado que cuando las mujeres embarazadas hacen ejercicio, la frecuencia cardíaca fetal es más baja. Los recién nacidos también suelen tener un peso más saludable al nacer, así como una masa más baja en grasa, una mejor tolerancia al estrés y una maduración neuroconductual avanzada.
Consejos para hacer deporte durante el embarazo
Las mujeres que hacían ejercicio regularmente antes del embarazo, deberían poder continuar haciendo ejercicio como antes, con ligeros cambios según el trimestre.
Si no hacías deporte antes de quedar embarazada, deberías empezar con un programa de ejercicios de baja intensidad y pasar gradualmente a un nivel de actividad más alto. La mayoría de los deportes ligeros como el yoga, la natación o el pilates son seguros durante el embarazo, si se realizan con precaución.
Cómo hacer ejercicio durante el embarazo de manera segura
Siempre deberías calentar y estirar durante unos diez o quince minutos antes de empezar, y terminar el ejercicio con 5 o 10 minutos de ejercicio gradualmente más lentos terminando con estiramientos suaves. Por lo demás, estos consejos te ayudarán a hacer deporte con seguridad mientras dure tu embarazo.
- Usa ropa holgada, cómoda y un buen sostén deportivo.
- Elige zapatos cómodos diseñados específicamente para el ejercicio que has elegido, para ayudar a prevenir lesiones.
- Haz ejercicio en una superficie plana y nivelada para evitar lesiones.
- Come comidas pequeñas y frecuentes durante todo el día y no hagas ejercicio durante al menos 1 hora después de comer.
- Bebe mucha agua antes, durante y después del ejercicio para mantenerte hidratada.
- Cuando tengas que levantarte, hazlo lenta y gradualmente para evitar mareos.
¿Es malo no hacer ejercicio durante el embarazo?
Seguro que a estas alturas ya tienes claro que hacer ejercicio durante el embarazo tiene muchas ventajas de las que tanto tú como tu bebé podéis aprovecharos, pero… ¿no hacer deporte durante el embarazo es malo?
Antes de responderte a esta pregunta, deberías saber que:
- El cuerpo necesita más oxígeno y energía durante el embarazo.
- La hormona relaxina, producida durante el embarazo, hace que los ligamentos que sostienen las articulaciones se estiren, lo que aumenta el riesgo de lesiones.
- El cambio de peso de la madre altera el centro de gravedad, ejerce una presión adicional sobre las articulaciones y los músculos de la parte inferior de la espalda y la pelvis y aumenta la posibilidad de perder el equilibrio.
Así que como podrás imaginar después de saber esto, no hacer ejercicio durante el embarazo no te ofrece demasiadas ventajas. Pero eso no significa que debas practicar deporte durante el embarazo sin precauciones.
Precauciones al hacer ejercicio durante el embarazo
Siempre que hagas ejercicio mientras dure tu embarazo, deberías:
- Evitar el sobrecalentamiento y practicar deporte en condiciones de alta humedad.
- Evitar levantar pesas pesadas y/o actividades que requieran esfuerzo.
- Evitar la exposición a presiones extremas, como hacer deporte a gran altitud o el buceo.
- Evita actividades que aumenten el riesgo de sufrir un trauma abdominal.
- Nunca hacer ejercicio hasta el agotamiento.
Para que tengas una referencia de cuándo deberías hacer un descanso o reducir la intensidad del ejercicio, si no puedes hablar mientras haces ejercicio, es momento de frenar un poco.
¿Quién no debe hacer ejercicio durante el embarazo?
El ejercicio durante el embarazo rara vez es perjudicial, pero cualquier persona con una afección médica como asma, una enfermedad cardíaca, hipertensión, diabetes o una afección relacionada con el embarazo debe hablar primero con un proveedor de atención médica antes de empezar a practicar cualquier tipo de deporte, por si las moscas.
Por ejemplo, en el Instituto Materno Infantil no solemos recomendar practicar deporte a embarazadas que sufran de:
- Sangrado vaginal o manchado
- Placenta baja o placenta previa
- Un historial o una alta posibilidad de aborto espontáneo o parto prematuro
- Cuello uterino débil
Y pase lo que pase, deja de hacer ejercicio y acude a tu médico si:
- Te sientes más fatigada de lo normal
- Empiezas a notar un dolor abdominal, torácico o pélvico
- Experimentas cualquier tipo de sangrado vaginal
- Tienes contracciones regulares más de 30 minutos después del ejercicio, ya que esto puede ser un signo de parto prematuro
- Tienes calambres musculares
- Te sientes débil, mareada o con náuseas
- Sientes frío o te sientes pegajosa
- Tienes latidos cardíacos irregulares o inusualmente rápidos
- Notas una hinchazón repentina en tobillos, manos, cara o todos ellos
- Tienes dificultad para caminar
En el Instituto Materno Infantil, nuestros expertos suelen aconsejar a nuestras pacientes embarazadas practicar un tipo de deporte concreto de una forma específica si concurren cualquiera de las anteriores circunstancias una vez se realiza la evaluación correspondiente.
El deporte durante el embarazo sin duda ayuda a mejorar tanto tu salud como la de tu bebé y te facilitará mucho el embarazo, parto y la recuperación posterior a éste. Sin embargo, es importante que lo practiques de forma segura, controlada y siempre atendiendo a los consejos e indicaciones de tu médico de confianza.