
El síndrome de Relajación Vaginal o Laxitud Vaginal
En la vida de la mujer, a lo largo de las diferentes etapas, la anatomía íntima sufre numerosos cambios. Los partos, la menopausia, o el transcurso de los años también se ven reflejados en la vagina y suelo pélvico.
Tras el embarazo y en el parto por la distensión de la vagina, se puede producir cierta laxitud vaginal que, en función del grado de la misma, puede ser mínima o máxima y es cuando hablamos de hiperlaxitud vaginal.
La Laxitud vaginal o síndrome de relajación vaginal es una patología que se caracteriza por la alteración de la forma de la vagina y la atrofia de la mucosa vaginal.
Se trata de un trastorno frecuente que se caracteriza por la pérdida de tono, elasticidad y firmeza de las paredes de la vagina. Los músculos pierden el tono, se relajan, pierden fuerza y tanto el diámetro interno como externo de la vagina aumenta. Además las paredes dela vagina también se vuelven más delgadas. Todo ello puede causar desde incontinencia urinaria leve (algunas gotas al toser, estornudar o correr) hasta pérdida de calidad de vida sexual, puesto que al ceder el tejido vaginal disminuye el placer tanto para la mujer como para su pareja.
Muchos casos, casi la mayoría, de laxitud vaginal se producen como consecuencia de los embarazos y partos, pero también la obesidad puede ser un factor importante para que se produzca esta patología.
En el caso de la menopausia, la sequedad y la atrofia también varían considerablemente la mucosa vaginal produciendo una disminución de la elasticidad de la vagina lo que provoca, en numerosos casos, que las relaciones sexuales sean dolorosas. Además, el debilitamiento progresivo del suelo pélvico es causa de incontinencia urinaria.
Tratamiento de la relajación o laxitud vaginal
A pesar de tratarse de una patología frecuente, aún hoy en día muchas mujeres no comentan con su médico este tipo de problema, bien porque creen que es consecuencia natural de los partos o la edad, bien por vergüenza, o por desconocimiento de que existen diferentes soluciones, en función del caso.
En función de la patología y del caso concreto, el médico optará bien por el estrechamiento quirúrgico del canal vaginal, bien por el láser.
El tratamiento con el láser de CO2 provoca el calentamiento del tejido que tiene como efecto una retracción del mismo, el colágeno de los tejidos se estimula y se produce una contracción de las fibras y el tejido. La energía láser afecta a la mucosa y submucosa con un control preciso.
Este es un procedimiento sencillo que permite una recuperación estética y funcional de los tejidos, produce un engrosamiento de la de las paredes de la vagina y les devuelve la firmeza, tono y elasticidad mejorando notablemente las relaciones sexuales y las incontinencias urinarias leves.
Este procedimiento tiene diferentes ventajas frente a la cirugía convencional:
- Sin incisiones
- Sin sututas
- Procedimiento ambulatorio, sin ingreso de la paciente.
- Rápida recuperación.
El número de sesiones lo determinará el médico que valore a la paciente, aunque normalmente se recomiendan de dos a tres sesiones, en función del caso.

Todo lo que necesitas saber sobre la ovulación y el embarazo
¿Qué significa la ovulación? ¿Cuándo vas a ovular? ¿Y qué tiene que ver con el embarazo? Si eres nueva en esto de intentar quedarte embarazada, o si sólo intentas comprender un poco mejor el sistema reproductivo femenino, es posible que tengas preguntas básicas como éstas.
Tal vez aún no le hayas preguntado a tu médico, pero es lo que te recomendamos en primer lugar. Desde aquí vamos a darte información porque cuanta más información tengas, mejor preparada estarás para todo el proceso de embarazo.
¿Qué es exactamente la ovulación?
La ovulación es lo que sucede cuando un óvulo se libera de los ovarios. Durante cada ciclo menstrual, las hormonas reproductivas trabajan en conjunto para estimular los ovarios. Algunos óvulos inmaduros, también conocidos como ovocitos, comienzan a crecer y a responder a esas hormonas.
Aunque varios ovocitos empiezan a desarrollarse al principio del ciclo, normalmente sólo se libera un óvulo. Mientras los ovarios se preparan para liberar un óvulo, el revestimiento del útero (endometrio) se está preparando para recibir un óvulo fertilizado, o embrión.
Se podría suponer que los óvulos del ovario se desarrollan desde la primera etapa hasta la ovulación en un mes, pero eso no es cierto. Los ovocitos se desarrollan durante varios meses. Pasan por varias etapas hasta que están listos para ovular o dejan de crecer y permanecen inactivos.
La mayoría de los óvulos de los ovarios de una mujer nunca maduran para la ovulación. Cuando una mujer comienza la pubertad, los ovarios albergan aproximadamente 300.000 óvulos. A pesar de este aparente almacén de óvulos, una mujer sólo ovula alrededor de 300 óvulos durante su vida.
También existe la idea errónea de que los ovarios se turnan para ovular cada dos meses. Sin embargo, lo cierto es que la ovulación ocurre en el lado que tenga los óvulos más maduros del mes. En algunas mujeres, un ovario puede ovular con mucha más frecuencia que el otro.
¿Cuándo ovularé?
La ovulación suele ocurrir entre el día 11 y el día 21 del ciclo menstrual. Cada mujer ovula en su propio horario. Es probable que hayas oído que la ovulación se produce en el día 14 de tu ciclo, pero eso no es necesariamente cierto.
Por lo general, cuando una mujer dice que está ovulando, se refiere al período especialmente fértil de dos o tres días que precede a la ovulación. Si suponemos que la ovulación ocurre en algún momento entre el día 11 y el día 21, este período especialmente fértil puede ocurrir tan pronto como el día 9 del ciclo menstrual y tan tarde como el día 22.
¡Eso es un rango muy amplio! Por eso la mayoría de las mujeres que quieren concebir registran la ovulación y los signos de fertilidad de alguna forma.
¿Cómo sé que estoy ovulando?
La mayoría de las mujeres experimentan diversos signos y síntomas antes de ovular. Algunos síntomas pueden aparecer varios días antes de la ovulación, mientras que otros no aparecen hasta el día anterior o el día de la ovulación.
Otra opción es utilizar kits de prueba de ovulación. Estas pruebas funcionan de manera muy parecida a las pruebas de embarazo, ya que se utiliza la orina para determinar si una hormona en particular está presente.
Cuando el resultado de un test de ovulación es positivo, significa que te estás acercando a la ovulación y deberías tener relaciones sexuales. La forma más precisa de determinar la ovulación es a través de una ecografía transvaginal con un ginecólogo o en una clínica de fertilidad.
Signos antes de la ovulación
- Aumento del deseo sexual
- Aumento del moco cervical
- Ablandamiento y apertura del cuello del útero
- Dolor de ovulación (generalmente no es doloroso, algunas mujeres reportan un calambre o un dolor agudo en el costado)
Signos después de la ovulación
- Disminución del deseo sexual
- Disminución del moco cervical
- Aumento de la temperatura basal del cuerpo
- Sensibilidad en los senos (varios días después de la ovulación, puede confundirse con un signo temprano de embarazo)
Ovulación y embarazo
La concepción requiere al menos un óvulo y un espermatozoide. El semen puede vivir hasta cinco días en el tracto reproductivo femenino. Así que si una pareja tiene relaciones sexuales el lunes, aún habrá espermatozoides vivos y viables colgando en las trompas de Falopio de la mujer el jueves.
El óvulo humano, sin embargo, vive sólo 24 horas. Debe ser fertilizado dentro de las primeras 12 horas de la ovulación. Por eso es necesario tener relaciones sexuales antes de ovular.
Si deseas quedarte embarazada, las relaciones sexuales antes de la ovulación asegurarán que haya espermatozoides esperando para recibir al óvulo ovulado. No es necesario tener relaciones sexuales en el momento mismo de la ovulación.
¿Cuándo se considera que estás embarazada?
Cuando un espermatozoide fertiliza el óvulo, se produce la concepción. Pero técnicamente no estás embarazada en este momento. El óvulo debe implantarse para que el embarazo comience.
Para que se considere embarazada, el óvulo fertilizado debe implantarse en el endometrio. Esto sucede de 7 a 10 días después de la fertilización.
Una mujer que se somete a una FIV no se considera embarazada después de la transferencia de embriones. Aunque el embrión haya sido transferido al útero, no está “embarazada” a menos que el embrión se implante en el endometrio.
¿Con qué frecuencia debes tener relaciones sexuales?
Aunque saber cuándo estás ovulando puede ayudarte a programar las relaciones sexuales para tus días más fértiles, no es obligatorio. Si tiene relaciones sexuales tres o cuatro veces por semana, es inevitable que las mantengas durante el período de ovulación. Lo ideal es tener relaciones sexuales un día sí y otro no durante la ventana fértil para que el esperma tenga tiempo de regenerarse y madurar.
¿Qué pasa si no estoy ovulando?
Si no experimentas ningún síntoma de ovulación en ningún momento del ciclo o si tienes períodos irregulares, es posible que no estés ovulando todos los meses. La anovulación se produce cuando una mujer no ovula. Es una causa común de infertilidad. Otros posibles síntomas de la anovulación son períodos extremadamente cortos o largos o la ausencia total de la menstruación.
El consejo del Instituto Materno Infantil
Si quieres quedarte embarazada, debes tener relaciones sexuales en los días previos a la ovulación. Hay varias formas de detectar y rastrear la ovulación, pero no es necesario que te estreses por ello. Si tienes relaciones sexuales tres o cuatro veces por semana, es inevitable que lo hagas en uno de tus días fértiles.
Si no tienes períodos regulares, es posible que no estés ovulando. Esto puede ser un posible signo de infertilidad. Aunque normalmente se les dice a las parejas que intenten concebir por su cuenta durante al menos seis meses o un año, si tienes síntomas de un problema, ese plazo no se aplica.
Si este es tu caso, ¡pide cita con nuestros expertos lo antes posible! Un diagnóstico temprano puede mejorar sus probabilidades de éxito en el tratamiento.

Contracciones de Braxton Hicks: qué son, causas y tratamiento
Las contracciones de Braxton Hicks se sienten como un verdadero parto, pero son normalmente menos dolorosas. Se les conoce comúnmente como “parto falso” y son contracciones del útero que se producen predominantemente en el tercer trimestre del embarazo.
A diferencia del parto verdadero, las contracciones de Braxton Hicks son impredecibles, no se producen a intervalos regulares y no se intensifican con el tiempo, aunque sí se ha demostrado que la deshidratación y la actividad física pueden desencadenar las contracciones de Braxton Hicks.
¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?
Las contracciones de Braxton Hicks son contracciones del útero que ocurren durante el tercer trimestre del embarazo. Son perfectamente normales, ya que representan las contracciones que ocurren cuando el útero se está preparando para dar a luz. En algunas mujeres, se producen ya en el segundo trimestre.
A diferencia de las contracciones del verdadero parto, las contracciones de Braxton Hicks no se producen a intervalos regulares, no se hacen más fuertes y no duran más con el tiempo. No se producen a intervalos predecibles, y pueden desaparecer por completo para volver un rato después. Tienden a ser más frecuentes hacia el final del embarazo.
Las contracciones de Braxton Hicks deben su nombre a un médico inglés, John Braxton Hicks, que las describió por primera vez en 1872.
¿Qué causa las contracciones de Braxton Hicks?
Hay algunos eventos que pueden a veces desencadenar las contracciones de Braxton Hicks, por ejemplo:
- Aumento de la actividad de la madre o del bebé
- Tocar el abdomen materno
- Deshidratación
- Relaciones sexuales
- Vejiga materna distendida
¿Cómo se sienten las contracciones de Braxton Hicks?
Las contracciones de Braxton Hicks no suelen ser tan dolorosas como las de un verdadero parto. Algunas mujeres las describen como una sensación de tensión en la parte baja del abdomen. Pueden sentirse similares a los calambres menstruales en algunas mujeres.
¿Qué remedios caseros ayudan a aliviar las molestias y el dolor de las contracciones de Braxton Hicks?
Si las contracciones de Braxton Hicks son incómodas, puedes tomar estas medidas:
- Cambia de posición, sal a caminar o descansa si has estado activa.
- Bebe un vaso de agua o una taza de té de hierbas.
- Realiza ejercicios de relajación, respiración profunda o relajación mental.
- Come algo.
¿Cuándo debo llamar a mi médico acerca de las contracciones de Braxton Hicks?
Pide cita en el Instituto Materno Infantil si no has llegado a las 37 semanas y las contracciones son cada vez más frecuentes, son más dolorosas o tienes alguno de los signos de un parto prematuro:
- Aumento del flujo vaginal, sangrado vaginal o manchado.
- Aumento del dolor de espalda baja o de la presión pélvica.
- Más de cuatro contracciones por hora.
- Calambres similares a los menstruales o dolor abdominal.
Si este es tu caso, llámanos al 965 24 85 58 y pide tu cita para que nuestros profesionales puedan atenderte lo antes posible. ¡Te esperamos!

Pruebas diagnósticas en el embarazo: visitas en el embarazo
Pruebas diagnósticas en el embarazo: visitas en el embarazo
¿Cuándo será la primera visita? ¿A partir de ahí, cada cuánto acudiremos a la consulta?
La primera visita del embarazo se realiza antes de la semana 12 de gestación, preferiblemente sobre la sexta a décima. En la primera visita se abrirá historia clínica, para conocer los antecedentes personales y familiares, alergias, vacunas, antecedentes de otros embarazos.
Normalmente realizaremos una visita cada dos semanas hasta la ecografía de semana 12. A partir de ese momento los controles en consulta serán cada 4 semanas hasta la semana 37 de embarazo que pasarán a ser semanales; siempre y cuando sea una gestación de bajo riesgo. Si la gestación fuera de alto riego o se presentará alguna complicación se valorará el seguimiento de forma personalizada a cada caso en concreto.
¿Qué pruebas se realizan en cada visita?
En cada visita se realizará la toma de tensión arterial y de peso y se realizará una ecografía abdominal.
¿En qué consultas se valorarán las analíticas?
En la consulta de semana 12 se valorará la analítica de I trimestre.
En la consulta de semana 24 se valorará la analítica de II trimestre.
En la semana 37 se valorará en consulta la analítica del III trimestre, el resultado del cultivo vaginal/rectal y el monitor realizado.
¿Tendré que vacunarme de algo en el embarazo?
Actualmente en las gestaciones se administran las siguientes vacunas:
1. Gammaglobulina anti-D: En aquellas gestantes RH negativo con test de Coombs indirecto negativo. Se administra a las 28 semanas.
2. Tosferina: En el tercer trimestre se administra la vacuna de la DTPa para profilaxis de tosferina en el recién nacido. Se debe administar entre las semanas 27 y 36.
3. Gripe: Se deben vacunar a todas las embarazadas, en cualquier trimestre de la gestación, si está coincide con la campaña de vacunación contra la enfermedad.
¿Qué pasa a partir de la semana 37?
A partir de la semana 37 de embarazo comenzará la monitorización fetal, un registro del corazón del bebe y la presencia o ausencia de contracciones que realizará la matrona. Tras su realización, en consulta se procederá a la valoración del monitor y a la realización de una ecografía. Dependiendo de las semanas de gestación se realizará un tacto vaginal.

Pruebas diagnósticas en el embarazo: ecografías
Pruebas diagnósticas en el embarazo: ecografías
¿Cuántas ecografías se realizan durante el embarazo?
Durante un embarazo normal se practican un mínimo de tres ecografías de rutina, una en cada trimestre. No obstante nosotros realizaremos una ecografía en cada visita a la consulta.
¿Qué valora cada ecografía?
– La de primer trimestre, se realiza entre las 11 y 13 semanas de embarazo, será transvaginal o abdominal en función de las semanas de gestación y la transmición de la paciente. Tiene 3 objetivos. El primero es determinar el número de fetos y confirmar que la gestación se encuentra en el interior del útero. El segundo es determinar la edad gestacional, mediante la medición CRL (longitud desde la cabeza hasta el final de la columna).
Por último, en la ecografía del primer trimestre se medirá el pliegue nucal que es un marcador ecográfico precoz de cromosomopatía que junto con los marcadores bioquímicos de la analítica sirven para calcular el riesgo de las principales cromosomopatías.
– La de segundo trimestre (ecografía morfológica), se hace entre las 19 a 21 semanas de gestación. Esta ecografía es abdominal. Se trata de la ecografía más importante del embarazo porque es donde se realiza un estudio completo de la anatomía fetal, y donde son revisadas todas las estructuras del feto. Además se realizara una ecografía transvaginal para valoración de la longitud cervical (marcador predictor de parto prematuro) y Doppler de las arterias uterinas (marcador de enfermedades placentarias en la gestación).
– La de tercer trimestre, se suele hacer sobre las 34 semanas de embarazo. Sirve para valorar el crecimiento fetal, la cantidad de líquido amniótico, funcionamiento de la placenta así como las estructuras anatómicas fetales. En este momento también se valora la estática fetal de cara a la vía de finalización del parto.

Pruebas diagnósticas en el embarazo: amniocentesis genética
Pruebas diagnósticas en el embarazo: amniocentesis genética
El líquido amniótico en el que flota el feto durante el embarazo contiene una gran cantidad de células fetales, la amniocentesis es una de las pruebas más utilizadas para analizar todas estas células que flotan en el líquido amniótico y así determinar si el feto presenta algún tipo de irregularidad cromosómica.
¿En qué consiste esta prueba?
La amniocentesis consiste en la extracción de líquido amniótico mediante una punción con una aguja a través de la pared abdominal de la madre, atravesando la pared uterina y la bolsa amniótica para llegar al líquido amniótico. La intervención se controla mediante ecografía, así se dispone del control visual del recorrido de la aguja en el interior del cuerpo materno, la posición de la placenta y el lugar que ocupa el feto en cada instante de la prueba. El médico recoge entre 20 y 25 mililitros de líquido, de donde extraen y analizan los cromosomas.
¿En qué casos esta indicado realizar una amniocentesis?
Realizar un procedimiento invasivo como una amniocentesis debe ser una decisión en la que se deben de considerar los riesgos y la necesidad de realizar la prueba. Se recomienda realizar una amniocentesis cuando:
Se detecta una malformación fetal por ecografía, debido a una posible asociación entre malformación y cromosomopatía.
Si el resultado del triple screening se considera de alto riesgo (es decir, si el riesgo es superior a 1/250).
Existe un antecedente de un hijo o feto afecto de una anomalía cromosómica o cuando los padres son portadores de una alteración cromosómica.
¿Para qué sirve?
La amniocentesis sirve para detectar alteraciones cromosómicas, ya que se estudian las células fetales presentes en el líquido amniótico. Sin embargo, hay distintas maneras de valorar los resultados. Generalmente se realizará un estudio cromosómico detallado valorando que todos los cromosomas existan y estén formados correctamente. Para ello es necesario realizar un cultivo y los resultados pueden tardar hasta tres semanas.
Sin embargo, es muy habitual que al mismo tiempo que el cultivo se lleva a cabo, se realicen otras pruebas para obtener un resultado más rápido sobre los cromosomas más relevantes. Entre estos tests “rápidos” están la QFPCR o el test FISH, los cuales nos aportarán información sobre los cromosomas 21 (relacionadas con el síndrome de Down), 13 (síndrome de Patau) 18 (síndrome de Edwards) y los cromosomas sexuales, que son los que con más frecuencia se alteran. La información de estos tests generalmente está disponible en 48-72 hrs.
Existen otros tests genéticos más complejos en los que se pueden buscar enfermedades genéticas que se puedan sospechar o bien por antecedentes familiares o por la detección de una malformación fetal que sugiera que pueda haber una enfermedad genética de base.
¿Cuándo puede realizarse?
La amniocentesis se realiza a partir de la semana 16 de gestación. En este momento el riesgo de aborto ha disminuido con respecto al primer trimestre y ya hay suficiente líquido amniótico para realizar la prueba.
¿Cuáles son los riesgos?
La realización de una amniocentesis tiene algunos riesgos, entre ellos que la bolsa amniótica pueda romperse, o que pueda este procedimiento iniciar contracciones en el útero. Se estima que el riesgo de pérdida fetal relacionado con el procedimiento se encuentra alrededor del 1% de los casos. Tras realizar la amniocentesis se recomienda reposo relativo durante 24-48 horas.
¿Qué precauciones se debe tener después de la práctica de una amniocentesis?
Se recomienda mantener reposo relativo durante 24-48 h. Se recomienda realizar un control ecográfico a la semana de la prueba, para descartar que no haya habido ningún problema relacionado con la técnica. Se deberá acudir por urgencias si se nota pérdida de líquido amniótico, contracciones, sangrado en cantidad igual a una regla o fiebre.

Pruebas diagnósticas en el embarazo: Test prenatal no invasivo
Pruebas diagnósticas en el embarazo: Test prenatal no invasivo
Este test consiste en obtener material genético fetal de forma no invasiva, extrayendo la pequeña cantidad del ADN fetal que circula en sangre materna durante el embarazo. Esto supone un gran avance por la desaparición del riesgo de pérdidas asociadas a las pruebas invasivas y la elevada tasa de detección de test, superior al 99,5%, dado que se mira directamente el ADN del feto. Presentándose como una alternativa no invasiva a la amniocentesis genética. También detecta algunas alteraciones genéticas conocidas como microdeleciones: pequeñas pérdidas de material genético que se pueden asociar a graves problemas del desarrollo en el recién nacido.
Habrá que tener en cuenta que a veces es necesario realizar una amniocentesis, ya que esta prueba sólo detecta algunas anomalías cromosómicas, no todas como ocurre con las pruebas invasivas. Su tasa de fiabilidad es muy elevada (cercana al 99%), pero es inferior al de la amniocentesis, por lo que cuando la prueba da positiva se recomienda otras pruebas que verifiquen el resultado.
¿Cuándo se realiza?
La extracción de la muestra de sangre se puede realizar a partir de las 10 semanas y en menos de 15 días se obtienen los resultados.
¿La realización de este text excluye la necesidad de otras pruebas?
En la gran mayoría de casos (cuando el test en sangre y la ecografía son normales), sí pero no ha de excluir a la ecografía del primer trimestre.
Si la ecografía muestra cualquier signo de sospecha y la prueba en sangre es normal, es necesario valorar la realización de una amniocentesis genética.
La prueba no puede detectar malformaciones fetales, y por ello es esencial realizar una ecografía. Además, es necesario completar las ecografías recomendadas en el control del embarazo con el fin de descartar la existencia de otras anomalías que aparecen con el desarrollo fetal, y que por tanto no son visibles hasta la realización de las ecografías de 20-22 y 32-34 semanas.

Pruebas diagnósticas en el embarazo: el triple screening o cribado combinado de primer trimestre
Pruebas diagnósticas en el embarazo: el triple screening o cribado combinado de primer trimestre
Consiste en un análisis de sangre, que se realiza entre la semana 9 y 11, mediante el cual se miden dos marcadores bioquímicos (PAPP-A y Beta-HCG, fracción libre) presentes en la sangre de la mujer embarazada. Estos niveles en combinación con determinados marcadores ecográficos obtenidos entre la semana 11-13 nos permitirá calcular el riesgo de las principales cromosomopatías (trisomía 21, 13 y 18).
¿Qué detecta el test combinado bioquímico-ecográfico del primer trimestre?
Este test presenta una tasa de detección de trisomía 21 del 90% con una tasa de falsos positivos del 4% (falsos positivos se consideran aquellos casos que según el test son de alto riesgo cuando en realidad no existe cromosomopatía). Se debe de ofrecer independientemente de la edad de la embarazada.
Consiste en la estimación de las probabilidades de que el feto esté afectado de Síndrome de Down o de otros síndromes (Edwards –trisomía 18– y Patau –trisomía 13–). Este riesgo se calcula ajustando el riesgo de estas patologías por edad materna, por marcadores ecográficos y niveles bioquímicos en sangre materna en el primer trimestre.
¿En qué consiste este test?
El proceso de este test combinado consiste en una extracción de sangre materna y una ecografía.
1. Analítica materna. La extracción de sangre se realiza entre las 7 y las 14 semanas, generalmente entre las 8 y las 10. No es necesario estar en ayunas. En este momento se estudian dos valores bioquímicos en la sangre materna: el de la fracción beta de la hormona del embarazo conocida BHCG y los valores de la proteína placentaria asociada al embarazo o también conocida como PAPP-A.
2. Ecografía. La ecografía se realizará entre las 11.2 y 13.6 semanas de gestación. Esta es una de las ecografías más importantes del embarazo y a través de ella podremos:
a) Datar la gestación midiendo la longitud craneo-caudal (CRL) del feto. Para poder realizar esta ecografía debe existir un CRL entre 45 y 84 mm.
b) Realizar un estudio anatómico del feto.
c) Valorar marcadores para determinar el riesgo de cromosomopatías como la trasluscencia nucal (TN). Éste es un espacio situado en la parte posterior de la cabeza del feto, en proximidad al cuello. El motivo por el que se realiza esta medición es porque los fetos con Síndrome de Down tienden a tener una mayor cantidad de fluido en este espacio. Además también se valorarán otros marcadores como son la presencia de hueso nasal y el ángulo fronto-malar. Por otro lado utilizaremos el Doppler para valorar dos marcadores secundarios: un vaso sanguíneo en proximidad al corazón fetal llamado ductus venoso y valoración cardíaca de la válvula tricúspide, situada entre aurícula y ventrículo derecho para descartar la presencia de regurgitación tricúspidea presente en fetos afectos de síndrome de down o cardiopatías.
3. Cálculo del riesgo. Los valores del CRL del feto y de la TN se introducen en un software de cálculo de riesgo después de la ecografía al que se le han introducido los valores de la analítica materna. Se realizará una corrección de los valores de los marcadores bioquímicos teniendo en cuenta el peso materno, la etnia o si padece diabetes insulino dependiente. La estimación de los riesgos de trisomias 21, 18 y 13 se realizará a partir del riesgo inherente de la edad materna modificado en función de la desviación de los 3 marcadores (TN, beta hCG y PAPP-A) sobre los valores esperados para la edad gestacional.
4. Interpretación del test. Se considera una gestación de alto riesgo cuando el riesgo es superior a 1/250 para trisomía 21, 18 o 13. En estos casos, se ofrecerá un procedimiento invasivo.
¿Cuándo esta indicado un procedimiento invasivo?
Tras realizar el screening de primer trimestre se consideran los siguientes criterios:
a) Cuando el screening de primer trimestre informe de un riesgo mayor a 1/250 para trisomía 21, 18 o 13.
b) Si se evidencia alguna malformación fetal detectada en ecografía de primer trimestre.
c) Si se detectó alguna anomalía cromosómica en gestación anterior.
d) Si hubo una anomalía cromosómica en uno de los progenitores.

Pruebas diagnósticas en el embarazo: test de O`Sullivan
Pruebas diagnósticas en el embarazo: test de O`Sullivan
El test de O´Sullivan es una prueba que se realiza alrededor de la semana 24 y 28 de gestación a todas las embarazadas, generalmente aprovechando el análisis de sangre del segundo trimestre. Este test determina la cantidad de glucosa en sangre venosa una hora después de haber tomado 50 gramos de glucosa por vía oral. Se trata de una prueba que se puede realizar en cualquier momento del día y no es necesario estar en ayunas. En caso de mujeres mayores de 35 años, obesidad, AF diabetes, gestaciones previas con diabetes gestacional se realizará en la analítica de primer trimestre.
¿Qué detecta el Test de O’Sullivan?
Esta prueba no da un diagnóstico exacto, se realiza para identificar a las mujeres en riesgo de tener diabetes gestacional. En aquellos casos en los que la glucemia plasmática al cabo de una hora es igual o superior a 140 mg/dl se considera el test de O’Sullivan positivo, algo que ocurre entre el 15 y el 23% de las veces. El test de O’Sullivan no está exento de falsos positivos por ello en estos casos se deberá realizar otra prueba: un Test de Tolerancia a la glucosa (TTOG), para confirmar el diagnóstico de diabetes gestacional ya que se trata de una prueba mucho más específica.
¿Qué es el Test de Tolerancia a la Glucosa?
El test de tolerancia a la glucosa (TTOG) o curva de glucosa, se realiza tras detectarse un test de O´Sullivan patológico. Esta prueba se realizará en ayunas día de la prueba se deberá de acudir en ayunas al laboratorio y se extraerá inicialmente una muestra de sangre. A continuación, se administrará a la gestante una solución de glucosa (75 gr de glucosa) y posteriormente se extraerán nuevas muestras sanguíneas cada hora, durante tres horas.
¿Por qué es importante el estudio de la glucosa?
Si hay dos o más cifras del test de tolerancia oral a la glucosa, entonces se tratará de una diabetes gestacional. A priori implicará la realización de dieta, ejercicio y control de glucemias capilares antes y después de las comidas y control por parte del endocrino.
La diabetes gestacional es la complicación más frecuente en gestantes, afectando en torno al 10% de los embarazos.
Su importancia radica en que la diabetes gestacional aumenta el riesgo de diversas complicaciones obstétricas como son: la macrosomía, el aumento del líquido amniótico (polihidramnios), parto por cesárea, problemas del metabolismo de la glucosa en el recién nacido y muerte intrauterina. No aumenta la incidencia de malformaciones congénitas. También se ha relacionado la diabetes gestacional con consecuencias a largo plazo para el niño, como el desarrollo de obesidad, diabetes, inatención o hiperactividad en la infancia.

Pruebas diagnósticas en el embarazo: urocultivo
Pruebas diagnósticas en el embarazo: urocultivo
En nuestro anterior post os explicamos las tres análiticas que deben realizarse durante la etapa del embarazo. En esta ocasión os vamos hablar sobre otra prueba diagnóstica relevante para la embarazadas, el urocultivo.
El urocultivo es un análisis microbiológico de la orina que sirve para determinar si existe presencia de bacterias en la orina de la gestante. En la etapa del embarazo, debido a los cambios físicos que se producen, existe una mayor predisposición a las infecciones de orina y muchas veces estas no presentan síntomas de forma explícita. Sin embargo, si se detecta que existe la presencia de bacterias en la orina, deberá tratarse administrando antibiótico a la paciente. Se realizará una prueba de urocultivo en cada uno de los trimestres del embarazo.
¿Por qué es importante una infección de orina durante el embarazo?
Una infección de orina puede causar diversas complicaciones durante la gestación, como por ejemplo, un mayor riesgo de parto prematuro. Siempre y cuando el análisis de orina este alterado y/o cuando la paciente presente clínica miccional será de especial importancia la realización de un cultivo de orina y, si fuera preciso, iniciar su tratamiento mediante antibioterapia.