
Podología en el Embarazo
Podología en el embarazo
Durante el embarazo se producen muchos cambios en el cuerpo de la mujer. El aumento de peso en un periodo relativamente corto hace que sufra mucho la zona de carga y de contacto con el suelo, en este caso, los pies.
Es necesario poner atención a lo que se come y a la actividad física que se realiza, pero también es de suma importancia vigilar que el calzado que se usa sea el adecuado para la salud, de acuerdo con las necesidades físicas de la gestación. El mejor calzado para una embarazada, debe ser amplio y firme, que le den apoyo con un mínimo de incomodidad y eviten daños a largo plazo en pantorrillas, rodillas y espalda.
A veces el pie se aplana a consecuencia del aumento de peso y los tobillos y pies pisan hacia dentro (lo que llamamos pies pronados). Esto puede desarrollar como consecuencia dolor en la planta del pie (zona fascial), talón e incluso en la musculatura que baja desde la pierna y pasa por el arco al aplanarse se alarga el recorrido y hay mayor distensión muscular.
El Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana recomienda diez fáciles consejos para prevenir esta situación:
- Dar largos paseos contribuye a mejorar la circulación sobre todo si se hace sobre la arena. En esta superficie se gasta el doble de energía que sobre el pavimento. Así que primero hay que caminar por la arena mojada de la orilla, después seguir con el agua hasta las rodillas para activar la circulación y, por último, por la arena seca que masajeará los pies y ayuda a tonificar glúteos y muslos.
- Controlar el peso, para que esté dentro de los límites establecidos por el ginecólogo.
- Evitar el sedentarismo para activar la circulación.
- Procurar no estar mucho tiempo de pie y apoyar los pies en una almohada, para descansar las piernas y tenerlos en alto. Así mejorará la circulación
- Intentar no estar mucho tiempo sentada, ya sea durante la jornada laboral o en casa. Es positivo dar pequeños paseos cada dos horas.
- Hidratar los pies a diario, con una crema fría o de efecto frío, pues así activa la circulación
- Mantener la temperatura corporal fresca combate la hinchazón de los pies.
- Para evitar grietas y conseguir un mayor efecto del uso de hidratantes, es importante eliminar durezas acudiendo periódicamente al podólogo y exfoliándolos dos veces por semana con una lima o piedra pómez.
- Evitar la autopedicura porque podrían producirse cortes o problemas en las uñas si no se cortan adecuadamente.
- Al acabar el día, un masaje en los pies y baños de contraste o chorros fríos serán los mejores aliados para evitar la hinchazón tras una calurosa jornada.
Javier Ruiz Borrás (Podólogo Col ICOPOCV Nº 2743)